Estudio "Dr. Bruck" (Austria)

"Agua vitalizada" con tecnología Grander

Diciembre de 2002

Cualquier cosa, menos algo libre de conflictos, era la relación entre la Asociación de Información a los Consumidores (VKI) y la distribuidora de Grander, la U.V.O. La VKI sostenía insistentemente la opinión de que las cosas desconocidas por la ciencia no pueden funcionar y suponía que tenía que proteger a la población de la tecnología de Grander. Sin embargo, como no había nadie que se dejara "proteger", la VKI no pudo alegar ningún caso de reclamación.

Como a la larga los entusiastas informes de los usuarios seguían desconcertando a la Asociación de Información al Consumidor, su director comercial, el ingeniero Hannes Spitalsky, quiso saber la verdad. En el año 2001 propuso que un perito elegido por él verificara con severidad los informes de los usuarios aparecidos en las publicaciones Grander. La U.V.O. estuvo enseguida de acuerdo - al fin y al cabo no tenía nada que ocultar.

El ingeniero Spitalsky eligió al Profesor Ing. Dipl. Dr. Manfred Bruck, un perito de reconocida imparcialidad en los tribunales. Durante más de medio año el Prof. Bruck junto con su colega, la Licenciada Susanne Geissler, Diplomada en Ingeniería Ambiental, buscó las cosquillas a los usuarios de Grander. Sobre todo quería saber si existían testimonios encubiertos de cortesía, o bien, si los usuarios mantenían inquebrantablemente sus afirmaciones y experiencias. Para ello se visitó personalmente a la mayoría de los usuarios y se les entrevistó según todas las reglas de la profesión.

El dictamen, que contiene más de cien páginas, habla por sí solo. Todas las experiencias recopiladas durante años fueron impresionantemente confirmadas.